Son  muchos los nombres que se le han dado a la Luna: Ishtar, Isis, Cibeles,  Selene, Artemis, Diana y otros. Su aspecto positivo confiere  imaginación, romanticismo, intuición y altruismo. Su parte negativa  consiste en la indolencia, infantilismo, inconstancia, capricho y  sentimiento de inseguridad
Mercurio  representa la lógica, la razón y la astucia. La comunicación o la  intermediación. Sentido de la discriminación, de la separación de  intereses o de la ambivalencia y dualidad.
Es  el planeta más cercano el Sol y, en consecuencia, el más rápido en  recorrer su órbita, esto es, en dar una vuelta completa al astro  central. Por eso representa valores de rapidez, movilidad e inquietud.  Visto desde la  Tierra, su máxima distancia al Sol es de 28 grados, por  lo que entre el Sol y Mercurio nunca puede haber cuadratura ni  oposición.
Es el principio  emisor-receptor con el que cada uno funciona en la vida y se adapta a  la misma. La manera de captar o entender a los demás y de transmitir  nuestras ideas. Representa la lógica, la razón y la astucia. La  comunicación, el intercambio o la intermediación. Sentido de la  discriminación, de la separación de intereses o de la ambivalencia y  dualidad. Los detalles. Los artilugios que mueven y hacen posibles los  viajes y los escritos o comunicados. Como etapa de la vida, rige la  adolescencia.
Venus  es el principio de la atracción y el rechazo, ayudándonos a configurar  nuestra particular escala de valores, con sus simpatías y antipatías
Es  el planeta que, junto a Júpiter, más brilla en el cielo. También  conocida como “lucero del alba” o “lucero del anochecer” porque visto  desde la Tierra nunca puede estar más alejado de 48 grados del Sol. Así  que sólo puede ser visto poco antes del amanecer o poco después de la  puesta de Sol.
Es el  principio de la atracción y el rechazo, ayudándonos a configurar nuestra  particular escala de valores, con sus simpatías y antipatías.  Representa la manera de dar y recibir los afectos, la sonrisa, la  seducción, la sensualidad y el impulso hacia el placer. Los modales,  sentimiento artístico, estético y ético. Todo lo relacionado con la  decoración o el embellecimiento. Componente erótico-seductor. Toda  persona susceptible de ser amada u objeto posible de deseo. También  guarda relación con lo que actualmente se conoce como inteligencia  emocional. En edades, representa la primera juventud, la edad del  despertar de los sentimientos.
Marte  representa la lucha por la supervivencia. La autoafirmación. La  energía, la violencia y la agresividad. Es el grado de iniciativa y  acción o de puesta en marcha.
Planeta  que desde la Tierra y a simple vista se aprecia su color rojizo, uno de  los motivos por el que los antiguos lo asociaron a la guerra y a la  sangre. Más allá de la órbita de la Tierra es el primer planeta que se  encuentra. Tarda unos dos años en dar la vuelta al Sol y al Zodíaco  completo, por lo que suele estar unos dos meses en cada signo.
Valores  de fuego, ardor, fuerza y lucha. Representa la lucha por la  supervivencia. Combatividad y energía. También tiene que ver con la  agresividad, que puede ser positiva y llevar a la autoafirmación, o  negativa e inclinar hacia la violencia. La pasión, creadora o  destructora. La conquista. Es el grado de iniciativa y acción o de  puesta en marcha. Corresponde a la plenitud de la vida, cuando  verdaderamente luchamos por conseguir las ambiciones que determina  nuestro signo solar.
Si  está armónico o en el conjunto de una Carta Astral equilibrada, da  coraje, valor y decisión. En cambio, si está mal ubicado o en una Carta  Astral inarmónica, puede dar una agresividad desmedida o brutalidad.
Júpiter  representa el principio de eclecticismo, de cohesión, de coordinación  entre el instinto y la razón, entre lo humano y lo divino. Globalidad o  amplitud en la manera de enfocar las cosas.
Es  el planeta más grande de nuestro Sistema Solar y también el más visible  y brillante a simple vista, junto a Venus. Los antiguos lo llamaron “la  fortuna mayor”, por considerarlo el más benéfico de todos. Como  peculiaridad, tiene una gran mancha roja. Da la vuelta completa al Sol y  al Zodíaco en unos doce años, aproximadamente a razón de un signo por  año.
Representa el  idealismo, la utopía y una visión esperanzada y optimista de la vida.  Autoconfianza, entusiasmo y risa. Principio de eclecticismo, de  cohesión, de coordinación entre el instinto y la razón, entre lo humano y  lo divino. Globalidad o amplitud en la manera de enfocar las cosas.  Concepción filosófica del mundo. Paternalismo, bondad, tendencia a la  protección y a la filantropía. Complejo de superioridad y  exhibicionismo. Tiene que ver con la lectura que hacemos del mundo y  todos los grandes sistemas que nos rigen, como las religiones, las leyes  o las creencias. Manifestaciones culturales. Corresponde a la madurez  que, tras la lucha desatada por Marte, nos da el fruto de la vida, la  comodidad tras haber conseguido ciertos logros.
Bien  dispuesto o en el conjunto de una carta astral armónica, da  benevolencia, inteligencia, éxito, extroversión y simpatía. Si su estado  cósmico es inarmónico, puede dar superstición, engreimiento o  fanfarronería.
Principio  de conservación. Lentitud y reflexión. Perseverancia, sentido  constructivo y seriedad de propósitos. Aislamiento, soledad. Pesimismo,  introversión y melancolía.
Es  el último de los planetas visibles a simple vista. El más lento y  alejado de los que conocían los antiguos. Se caracteriza por estar  rodeado de un espectacular cinturón de anillos.
Principio  de conservación, de estructuración. Lentitud y reflexión.  Perseverancia, sentido constructivo y seriedad de propósitos.  Aislamiento, soledad. Pesimismo, introversión y melancolía. Representa  la tradición. Obligaciones y deberes. Responsabilidades, limitaciones y  fronteras. La voz de la conciencia. Desapego, renuncia, inhibición.  Retrasos y obstáculos o realizaciones lentas. Preocupación por el lado  material de la vida. En etapas de la vida, corresponde a la vejez. Es el  planeta que no enseña a aceptar las pruebas del crecimiento, es decir,  de cada etapa de la vida. Por eso, cuando está bien integrado, puede ser  un punto de fuerza, tanto moral como intelectual y espiritual.
Si  su estado cósmico es bueno, otorga responsabilidad, organización,  disciplina, ambición y rigor. De lo contrario, causa frustación,  inhibición y resentimiento o da el tipo acaparador
Principio  de originalidad y excentricidad. Empuja a buscar rasgos con los que  distinguirse o diferenciarse de los demás. Todo lo fuera de lo común, lo  raro. Deseo de experimentación y de novedad.
Primero  de los planetas descubiertos en tiempos relativamente recientes, en el  año 1781, y también el primero que no se puede ver a simple vista. Urano  representa las revoluciones, la independencia y el cambio radical.  Emplea unos 84 años en dar la vuelta completa al Sol o al Zodíaco.  Debido a su largo ciclo es uno de los planetas generacionales, y por  ello trasciende el ámbito de lo personal.
Principio  de originalidad y excentricidad. Empuja a buscar rasgos con los que  distinguirse o diferenciarse de los demás. Difícil para colaborar o  cooperar, pudiendo dar terquedad o sensación de soledad por sentirse  diferente. Todo lo fuera de lo común, lo raro. Deseo de experimentación y  de novedad. Tendencia a lo heterodoxo. Originalidad, genialidad o  imprevisión. La sorpresa y lo inesperado. Futurismo o vanguardismo. En  la vida corresponde al momento en que van desapareciendo todas las  estructuras y finalidades y empezamos a comprender cual es nuestra  verdadera individualidad. De nuevo, nos encontramos solos ante el mundo.
En  buen estado cósmico o en una carta astral armónica, otorga libertad,  independencia y dotes organizativas. En un conjunto inarmónico, puede  dar testarudez y rebeldía mal canalizada
Representa  la imaginación, la fantasía y los sentimientos platónicos.  Sensacionalismo. Sueños premonitorios, intuiciones y contactos con el  más allá. Hipnosis, clarividencia y mediumnidad.
Planeta  descubierto en 1846, con la Europa de las barricadas, como es conocido  aquel periodo histórico por las revueltas sociales, y cuando nació el  comunismo de la mano de Marx y Engels. Asociado a la filantropía y los  ideales igualitarios. Principio de la compasión y de la integración en  la globalidad. Tarda unos 165 años en completar la vuelta al Sol y al  Zodíaco. Suele emplear unos 13 años de promedio en transitar por cada  signo.
La imaginación, la  fantasía y los sentimientos platónicos. Sensacionalismo. Sueños  premonitorios, intuiciones y contactos con el más allá. Hipnosis,  clarividencia y mediumnidad. La espiritualidad, el misticismo o el  sentimiento de fundirse con el mundo y con el Todo. Las metamorfosis.  Pero también, en un sentido negativo, el caos o la falta de  discriminación. La disolución y la pérdida de identidad o de  orientación. En la vida corresponde al periodo en que comprendemos que  debemos abandonar este mundo o estamos a punto de hacerlo y nos  planteamos que habrá más allá.
Armónico, suele  dar espiritualidad e indica una persona hospitalaria, compasiva, un ser  artista o intuitivo. Inarmónico, suele generar escapismo o idealismo con  poca base que conduce al desengaño
Simbólicamente,  representa la muerte para la posterior regeneración, es decir el ave  fénix. Lo oculto, lo subterráneo y todo aquello en lo que es necesario  profundizar para poder alcanzar su verdadero contenido.
Es  el planeta más alejado del Sol y, consecuentemente, el más lento. Pero,  en ocasiones, debido a la excentricidad de su órbita, lo tenemos más  cerca que Neptuno, como está ocurriendo en estos años. Descubierto en  1930 por Percival Lowell, prácticamente al unísono con la mayor  depresión económica de Occidente, está vinculado, entre otras cosas, al  dinero. Tarda unos 245 años en dar la vuelta completa al Sol o al  Zodíaco, empleando entre 13 y 22 años en atravesar un solo signo.  Recientemente fue degradado de su condición planetaria, pero los  astrologos continuan considerandole una influencia decisiva sobre la  proclividad de la energía que puede afectar el análisis astral.
En  un sentido simbólico, representa la muerte para la posterior  regeneración, es decir el ave fénix. Lo oculto, lo subterráneo y todo  aquello en lo que es necesario profundizar para poder alcanzar su  verdadero contenido, como la espeleología, la ginecología o el  psicoanálisis. La sexualidad y los temas tabú o prohibidos. También rige  los procesos de putrefacción en la naturaleza, que pueden contribuir a  una nueva vida. Grandes males sociales o plagas difíciles de combatir,  como son los grupos corruptos, mafias y terrorismos. Las luchas por el  poder y la necesidad del mismo. La sexualidad. Situaciones escabrosas.  Cuando transita por puntos destacados de la carta astral anuncia grandes  crisis o profundos procesos de transformación. En etapas de la vida  corresponde a la muerte y la descomposición.
Bien  ubicado, da carisma o un cierto poder seductor. Capacidad para sondear  lo indescifrable y para operar cambios en los demás. Mal ubicado, delata  al manipulador, al extorsionador o al sádico.
                                                    ( III Parte )
Puntos Ficticios dentro de la Carta  Astrológica: 
Además  de los planetas, en las cartas astrales suelen figurar puntos  ficticios, es decir, sin cuerpo físico. Constituyen puntos geométricos y  matemáticos en el espacio sideral.
Además  de los planetas, en las cartas astrales suelen figurar puntos  ficticios, es decir, sin cuerpo físico. Unos constituyen puntos  geométricos y matemáticos en el espacio, como los Nodos lunares y la  Luna Negra; otros son puntos procedentes de simples cálculos  matemáticos, como la Rueda de la Fortuna y el resto de Partes Arábigos.  Haremos una breve descripción de los más interesantes de todos estos  puntos, pero solamente de los clásicos, ya que últimamente se están  añadiendo nuevos puntos ficticios.
Nodos lunares: Son  los puntos de intersección entre la órbita de la Tierra y la de la  Luna, entre las cuales hay una inclinación de unos cinco grados. El  punto donde la  Luna cruza la órbita de la Tierra en sentido ascendente  se conoce como Nodo Norte lunar o Cabeza de Dragón; el punto en que la  cruza en sentido descendente se conoce como Nodo Sur lunar o Cola de  Dragón.
A los Nodos lunares se les asocia con el Karma. El Nodo  Sur representa lo que traemos a esta vida por exceso, mientras que el  Nodo Norte indica aquello que debemos conquistar o intentar alcanzar. Se  trata de dos puntos entre los que debemos procurar un cierto  equilibrio.
Rueda de la Fortuna:  Es el más conocido entre los numerosos puntos ficticios de una carta  astral, que son conocidos genéricamente como Partes o Puntos Arábigos.  La Rueda de la Fortuna se calcula mediante esta sencilla fórmula:  ASC+Luna-Sol. Es decir, a la longitud eclíptica del ascendente se le  suma la de la  Luna y se le resta la del Sol. Se supone que allí donde  se ubique la Rueda de la Fortuna habrá una suerte o protección especial,  según lo que represente el signo y la casa en que se halle.
Parte del Infortunio:  Otro de los Partes Arábigos. Se calcula mediante la fórmula:  ASC+Marte-Saturno. Es decir, a la longitud eclíptica del Ascendente se  le suma la de Marte y se le resta la de Saturno. En contraposición a la  Rueda de la Fortuna, constituye un aviso de cautela, puesto que según el  signo y casa en los que se ubique señala en qué podemos tener algún  problema especial.
Luna Negra:  A pesar de las confusiones que existen respecto a este punto, la Luna  Negra es el lugar del apogeo lunar. En su revolución alrededor de la  Tierra, nuestro satélite tiene un punto de mayor aproximación (perigeo) y  otro de mayor alejamiento (apogeo). Se supone que la  Luna Negra o  Lilith, como algunos la denominan, representa aspectos oscuros de  nuestra naturaleza o pasiones difíciles de dominar, también algún  aspecto transgresor.
A los Nodos lunares se les asocia con  el Karma. El Nodo Sur representa lo que traemos a esta vida por exceso,  mientras que el Nodo Norte indica aquello que debemos conquistar o  intentar alcanzar.
Los Signos Zoodiacales: Preminencia Arqueotípica.
Aries: La fuerza del Guerrero.
Con  Aries comienza el Zodíaco, por lo que representa el primer estadio  vital de nuestra existencia, cuando, tras el nacimiento, empezamos a ser  individuos por nosotros mismos.
Aries  tiene espíritu de líder, de pionero, de guía o de promotor, de algo, en  definitiva, que lo haga sentir el primero, el mejor o el más rápido. A  lo largo de su vida irá desarrollando un espíritu competitivo, como si  la lucha por la supervivencia dependiese de ello. En el fondo, tiene sed  de conquistas o de batallas, sean éstas deportivas, económicas,  sentimentales o de cualquier otro tipo, algo, en definitiva, que le  permita realizar una hazaña. La tranquilidad para este signo es un  anatema: siempre tiene que estar haciendo cosas, aunque, si es posible, a  ráfagas o aquello que le venga en gana. Se divierte más y reacciona con  más ilusión ante desafíos o nuevos estímulos y proyectos que en  historias consolidadas.
En  su evolución personal, muchas veces, sus pasos entrañan riesgos  considerables, pero Aries no suele ser muy consciente del peligro. En  cambio, si que tiene miedo al sufrimiento o a los problemas físicos.
En  sus relaciones personales prefiere un trato directo; hay que ir al  grano, sin demasiada retórica ni preparativos. Realmente Aries es  impulsivo e impaciente. En el fondo, son como niños, algo caprichosos,  que quieren las cosas ya; de lo contrario, se pueden enfadar, aunque sus  enfados les duran poco.
En  el amor actuará según su grado de evolución. Normalmente Aries se  entrega total e incondicionalmente a la persona amada, a la que suele  idealizar como encarnadora de todos los valores que espera ver en su  amor. En cambio, los Aries que viven más en su estadio infantil  necesitan ir de conquista en conquista para afirmarse a sí mismos.
De  una persona Aries cuya carta astral sea armónica en su conjunto se  puede esperar: valor, audacia, confianza en sí mismo, sentido del humor,  iniciativa y noble ambición.
De  una persona Aries cuya carta astral sea armónica en su conjunto se  puede esperar: valor, audacia, confianza en sí mismo, sentido del humor,  iniciativa y noble ambición.
Tauro: La Subsistencia.
Representa  la consolidación de la primavera, la densidad de la vegetación. Signo  de Tierra, es racional y materialista en sus enfoques, es decir, Tauro  cree aquello que puede ver o comprobar.
Hay  dos tipos básicos de Tauro, uno movido por la pasión por la vida, por  disfrutarla y quizá con bastante impulso; otro, en cambio, campechano y  tranquilote. Aunque ambas actitudes pueden ir mezcladas en un mismo  Tauro.
Tauro  suele tener los sentidos bastante desarrollados o a flor de piel,  destilando, incluso, sensualidad. Le gusta disfrutar lo bueno de la  vida, siendo uno de los signos más hedonistas del Zodíaco. Sin embargo,  no es raro encontrar a nativos de este signo que saben vivir con gustos  sencillos. Sus cualidades para la decoración o el arte son notorias,  pudiendo desarrollar una prolífica labor.
De  temperamento conservador por naturaleza, tienden a actuar siempre de la  misma manera y difícilmente cambian su escala de valores. Esto es lo  que los puede hacer, a algunos de ellos, lentos o perezosos, pero, en  contrapartida, también tendrán una gran determinación en alcanzar sus  objetivos. La tranquilidad y la paciencia son dos de sus mejores armas,  pero pueden caer en la fijación y la tozudez.
En  cuanto a sus sentimientos, del mismo modo que dan vueltas en torno a  los temas que les obsesionan, son intensamente fieles hacia su familia,  sus amigos o los suyos, a los que se entregan incondicionalmente. Sin  embargo, normalmente son posesivos y celosos.
A  veces se exagera al hablar de su afición por el dinero. Tauro suele ser  mucho más noble y generoso de lo que se cree, pero sólo en casos  necesarios, precisamente porque sabe que el apartado de gastos y  ganancias es fundamental para la vida. Lo que pasa es normal dentro del  proceso evolutivo que representa el Zodíaco: después de nacer y tener  nuestro propio cuerpo (Aries), procuramos amamantarnos para la  subsistencia (Tauro); esta necesidad vital marca la impronta del  subconsciente de Tauro, condicionándolo para que, a lo largo de su vida,  busque un bienestar, que, sólo para algunos de ellos, consiste en  perseguir la riqueza o el almacenamiento.
En  aquellos Tauro cuya carta astral sea armoniosa en su conjunto, podemos  encontrar algunas de estas cualidades: buena administración de los  recursos, concentración, sentido del humor, serenidad, estoicismo,  capacidad de trabajo y sentido del deber.
Sin  embargo, cuando el conjunto de la carta astral es inarmónico, podemos  encontrar en un Tauro alguno de estos defectos: testarudez, pesadez,  holgazanería, dogmatismo y torpeza.
Geminis: la dualidad.
Este  signo de Aire está representado por los gemelos, simbolizando la  dualidad, la versatilidad y la necesidad de hacer cosas con los demás o  en compañía.
En  la constelación del signo, destacan los gemelos Pólux y Cástor. El  primero era inmortal, mientras que el otro era mortal, lo que viene a  significar que hay dos tipos básicos o dos subarquetipos de este signo:  uno tiende a estar bien informado y comunicado, formal, con atracción  por la cultura y de comportamiento caballeresco. El otro, en cambio,  puede ser inquieto, nervioso, emotivo y hasta oportunista. Ambos suelen  ser simpáticos, elocuentes o convincentes.
Su  versatilidad o gusto por la variedad tiende a manifestarse en todos los  aspectos de la vida, siendo frecuente que empiecen cosas y no las  terminen o que hayan pasado por varios estudios o trabajos. Por eso  muchos de sus nativos se convierten en aprendices de todo y maestros de  nada. Hábilmente camaleónico, Géminis es uno de los signos que más  facilidad tiene para adaptarse a las circunstancias, o para variar de  actitud y comportamiento según con quien se halle. Sin embargo, Géminis  es un signo habilidoso para cualquier cosa que se proponga, pudiendo  llegar fácilmente al virtuosismo. De todos modos, su atracción por la  variedad le da la tentación de estar en dos sitios a la vez.
Su  destino está, con frecuencia, vinculado a los viajes, las oficinas, el  comercio y los medios de comunicación. Tiene capacidad para contactar  con las personas y para el intercambio de información. Géminis necesita  al otro, necesita al interlocutor para verse reflejado a sí mismo. Para  bien o para mal, los Géminis aparecen con bastante frecuencia ante la  sociedad constituyendo duplos o pares, es decir, siendo una especie de  amigo o socio principal de alguien.
En el amor tiende al  romanticismo, pero, al mismo tiempo, suele temer al compromiso. Es fácil  que muestre un comportamiento flirteador y amistoso.
En  los Géminis cuya carta astral es armónica, encontramos las siguientes  cualidades: inteligencia o rapidez mental, vivacidad, ingeniosidad,  versatilidad y capacidad de relacionarse.
En  Géminis con una carta astral armónica, encontramos inteligencia,  rapidez mental y versatilidad. En cambio, si la carta astral es  inarmónica puede mostrar inestabilidad, superficialidad y desasosiego.
Cáncer: El Sentimiento.
Cáncer  está representado por el cangrejo de río y coincide con el comienzo del  verano en el hemisferio norte; invierno en el sur. Es un signo de Agua,  es decir, en el que predominan los sentimientos.
Su  tendencia a remontarse en el pasado y su prodigiosa memoria le otorga,  con frecuencia, un espíritu coleccionista, incluso aficiones de  anticuario o de historiador. Muchas veces su aspecto exterior de dureza  esconde una gran sensibilidad o ternura. Y posee una tenacidad  comparable a la del cangrejo, que cuando atrapa una presa antes se deja  romper una tenaza que la suelta. De hecho, Cáncer es correoso y puede  llegar a tener una sólida moral.
Bastante  tímido, en sus relaciones personales necesita un trato delicado y  cariñoso. Cuando recibe un trato cálido y protector, se crece y lucha,  defendiendo tenazmente a su familia. Pero también podemos encontrarnos  -por distintos motivos- al Cáncer extremadamente sensible, encerrado en  su caparazón o aislado entre cuatro paredes. En ocasiones, estas dos  tendencias pueden alternarse en diferentes etapas de una misma vida.
De  hecho, debido a la extraordinaria influencia lunar que reina sobre  Cáncer, uno de sus principales problemas pueden ser los increíbles  altibajos en los estados de ánimo. Su alterable humor le puede hacer  pasar de la risa al llanto con la misma facilidad que el cambio a la  inversa. Todo ello porque el subconsciente, que es lunar, es muy  poderoso en este signo, lo que le da, con frecuencia, algo de  subjetividad, de manera que sus nativos lo verán todo según la sensación  que les cause, no dependiendo precisamente de enfoques racionales u  objetivos.
Cáncer  absorbe todo cual esponja, actuando por reflejo o como un espejo en  función del trato que reciba, lo mismo que la Luna refleja la luz que  recibe del Sol. Aunque suele ser práctico, Cáncer tiene una considerable  capacidad para la fantasía y la ensoñación.
En  el amor necesita, fundamentalmente, construir un nido, debido a su  sentimiento protector y familiar. Cuando está entre personas conocidas o  que siente cercanas puede comunicarse o hablar mucho, rompiendo así la  timidez que suele mostrar ante desconocidos.
En  aquellos Cáncer que tienen una carta astral armónica podemos encontrar  las siguientes virtudes: espíritu familiar y de hogar, tenacidad,  capacidad de sacrificio, adaptabilidad y discreción.
En  cambio, si el conjunto de la carta astral es inarmónico, éstos pueden  ser algunos de sus principales defectos: hipersensibilidad, falta de  disciplina o de orden, ensoñación, infantilismo e inestabilidad  emocional.
Leo: el poder del Yo.
Leo  está representado por el león, rey de la selva, y regido por el Sol,  astro rey del Sistema Solar. Como signo de Fuego que es, necesita  destacar por su propia personalidad.
Este  signo suele desarrollar una fuerte personalidad, frecuentemente  vinculada a una voluntad de poder y de nobleza. De ahí que necesite la  admiración de los demás, sentirse el centro de atención o el elemento  clave. Poseedor de unas grandes capacidades de organización, existen,  sin embargo, algunos Leo que se refugian en la queja y la protesta  cuando las cosas no les van bien. A Leo también le corresponden las  emociones con las que expresamos los sentimientos, y por ello tiene unas  dotes especiales para el drama o para poner un énfasis especial en sus  expresiones. Además, suele tener un portentoso talento para dirigir y  para la puesta en escena. Por eso no es extraño que tenga habilidad para  rodearse de un buen equipo.
Sin  embargo, en numerosas ocasiones, queriendo hacer lo mejor por los  demás, arrastra los problemas de quienes le rodean, algo de lo que Leo  puede llegar a presumir. Si algunos nativos del signo se muestran  orgullosos es debido al sentimiento de grandeza que les acompaña y  porque se toman muy en serio a sí mismos y a sus creaciones. De hecho,  es uno de los signos que peor soportan la derrota personal.
Pero  Leo tiene un espíritu mucho más tolerante y juguetón de lo que se suele  creer, aunque sólo con su “camada” o con aquellos que no puedan  representar ningún tipo de amenaza a su poder o a su territorio.  Cordialidad, magnanimidad y generosidad son algunos de sus rasgos más  positivos.
Enamorado  del amor, éste se convierte en un ingrediente imprescindible para su  vida. Debido a la intensidad de sus emociones, para Leo la vida en  general y las relaciones amorosas en particular pueden convertirse en un  idóneo escenario en el que manifestarse. Con frecuencia a Leo le gusta  impresionar y busca la admiración.
Si  Leo posee una carta astral armónica mostrará las principales virtudes  del signo: autoconfianza, tranquilidad, voluntad, generosidad y  capacidad de organización o de liderazgo.
Pero,  si el conjunto de la carta astral no es armonioso, algunos de sus más  destacados defectos pueden ser: ego inflado, tendencia a dominar,  presunción, arrogancia y falta de organización.
Virgo: el análisis.
A  Virgo se le representa con una virgen que tiene una espiga en la mano,  simbolizando la pureza, la idea de pulcritud y purificación que  corresponde al signo.
Virgo  tiene una mentalidad analítico-crítica, por lo que suele ser racional,  lógico, detallista y minucioso. Debido a su espíritu perfeccionista,  tiene habilidad especial para captar fallos o imperfecciones. Pero no  sólo en los demás, sino también en sus obras o en sí mismo, alcanzando  un grado autocrítico que, en más de uno de sus nativos llega a darle  algunos complejos. Su sentido de la discreción, su tendencia a la  cautela y el miedo al fracaso, puede hacerle sentir inadecuado cuando  tiene que improvisar o, si de repente, se le pide algo que no ha  ensayado. Y es que Virgo necesita su tiempo; aproximarse a las cosas  poco a poco, porque, de lo contrario, puede que no se sienta  suficientemente preparado. Tiene que hacer las cosas paso a paso,  peldaño a peldaño.
Es  uno de los signos más trabajadores, porque para él es importante el  sentimiento de sentirse útil a la sociedad y saber que se gana el pan de  cada día. Por eso las hormigas y las abejas son claras representantes  del signo.
A  veces, cierto complejo de inferioridad le impulsa, por deseo de  sobrecompensación, a un trabajo metódico y detallado, hasta desarrollar  altas cualidades. Por eso puede deparar tanto al ratón de biblioteca  -Virgo quiere saber el por qué de las cosas-, como al deportista, que  basado en el entrenamiento, va ganando confianza en sí mismo y en sus  posibilidades. Tarde o temprano, Virgo suele abrazar una dieta especial o  mostrar enorme interés por los cuidados corporales, la higiene y las  cuestiones alimenticias.
En  el terreno amoroso se puede traicionar a sí mismo por su tendencia a  pasarlo todo por el filtro de la razón y por su falta de confianza, que  tantas veces le impide entregarse. Es relativamente fácil que su corazón  y su mente entren en conflicto. Sin embargo, en ocasiones, la habitual  pulcritud de este signo puede trucarse en una libido con fuertes  necesidades de expresión.
Si  Virgo tiene una carta astral armoniosa en su conjunto, veremos las  siguientes cualidades: pulcritud, discreción, método, limpieza, sentido  del orden, lógica y aplicación a las obligaciones.
Pero si el  conjunto de la carta astral y las circunstancias no acompañan, sus  principales defectos serán: exceso de crítica y meticulosidad,  escepticismo, egoísmo, chismorreo, materialismo y nerviosismo.
Libra: el equilibrio.
Representado  por la balanza, Libra tiene un funcionamiento semejante, siempre  sopesando pros y contras, a la búsqueda de equilibrio y justicia.
Libra  tiene un funcionamiento semejante a la balanza que le representa:  siempre sopesando pros y contras, a la búsqueda de equilibrio y  justicia. Como signo de Aire que es, necesita el estímulo intelectual,  el razonamiento y la conversación.
Su  gusto por la estética y la ética le lleva, muchas veces, a buscar una  perfección que no encuentra. De ahí arranca la indecisión propia de  algunos nativos de este signo. Y es que, como la balanza, Libra sabe que  sin el otro, uno no es nada. Tiene tan en cuenta las opiniones de los  demás que a veces se queda sin expresar la suya propia, al menos de  manera directa, porque a Libra no le gustan para nada los ambientes  toscos ni las tensiones. Es amante de la paz y la concordia. Sin  embargo, tiene una habilidad especial para nadar y guardar la ropa. Es  decir, muchas veces, pide opiniones o las escucha, porque necesita  contrastar, pero, luego, obrará como quiera, que para eso es libre como  el viento.
En  su afición por lo bueno, puede llegar al sibaritismo. Pero en el fondo  anhela una elevación moral y espiritual de la sociedad en la que vive.  Sociable por naturaleza, e incluso galante, tiende a los buenos modales y  puede llegar a tener una inteligencia refinada. También suelen destacar  en sus aportaciones al pacifismo o a la convivencia entre los pueblos.  En realidad, Libra tiene una sensibilidad artística y estética que puede  llegar a canalizar profesionalmente.
Hay  dos caracteres Libra bien diferenciados: mientras uno es serio y  reservado, la mayoría de los nativos del signo son simpáticos y  sociables.
El  romanticismo de Libra es bastante perfeccionista, porque no sólo anhela  las adecuadas proporciones estéticas, sino también las morales de la  otra persona. Si en estos aspectos no hay acoplamiento, la relación de  Libra irá marchitando y no tardará en desplegar sus aires de seducción  sobre otras personas y objetivos.
Si  Libra posee una carta astral con un conjunto armónico, podremos ver las  siguientes virtudes: armonía, amabilidad, sociabilidad, justicia,  delicadeza y consideración por los demás.
Sin  embargo, cuando el conjunto de la carta astral es inarmónico, se pueden  encontrar algunos de estos defectos: exceso de locuacidad,  influenciable y tendencia a envolver a los demás en su particular tela  de araña.
Escorpio: La pasión.
Escorpio  es un signo de Agua y está representado por el escorpión. Plutón, dios  del subsuelo, de lo subterráneo y lo oculto, es su planeta.
El  octavo signo del Zodíaco está representado por el escorpión. Plutón, el  planeta regente de Escorpio, es el dios del subsuelo, de lo subterráneo  y lo oculto. Escorpio es un signo de Agua, por lo que su verdadero  mundo está en los sentimientos, aunque algunos manifiesten enorme  voluntad de poder.
Ciertamente,  este signo no se conforma con el mundo de las apariencias, y por eso  tiende a penetrar o a profundizar en los misterios de la vida y en el  lado oculto de la misma. De ahí, también, la necesidad de guardar  secretos o reserva sobre determinadas parcelas. Siendo uno de los signos  más celosos de su intimidad, sabe echar, cuando le conviene, cortinas  de humo a su alrededor para evitar que la gente profundice en su  persona. Eso mismo es lo que puede hacerlo desconfiado o tener una  especial capacidad para mantener su vida en secreto.
Todo  el mundo sabe que Escorpio posee una fuerte sexualidad. Sin embargo,  esto no tiene nada que ver con muchos nativos del signo. Escorpio tiene  una sexualidad muy completa, y para que funcione bien -como signo de  Agua que es- necesita conectar emocionalmente y tener un intenso  intercambio afectivo. Esa intensidad en el amor le puede hacer pensar  que el otro no siente tanto o que no se entrega tanto. Es capaz de  entablar grandes luchas que oscilan entre su naturaleza pasional, por un  lado, y sus ansias de poder o de dominio, por otro. De ahí arranca  también, en ocasiones, su tendencia crítica o destructiva.
Con  Escorpio no es extraño que, de entrada, nos encontremos con una  negativa, pero conviene seguir negociando, ya que inconscientemente  necesita destruir para partir de cero: eso le ofrece más garantías. Para  bien o para mal, Escorpio no suele pasar desapercibido; es más fácil  que despierten sentimientos extremados a que resulten indiferentes a la  opinión ajena.
Si  Escorpio tiene una carta astral armónica, mostrará energía, intrepidez,  autodominio, fuerza de voluntad, comprensión rápida y profunda.
En  cambio, si el conjunto de la carta astral es inarmónico, éstos serán  algunos de sus principales defectos: espíritu de venganza, celos,  brutalidad y pasiones atormentadas.
Sagitario: fuente hacia el infinito.
Sagitario  está representado por el centauro, un animal mitológico mitad hombre y  mitad caballo que simboliza el lado instintivo o animal y el lado  intelectual y espiritual respectivamente que encierra el signo.
Sagitario  está representado por el centauro, un animal mitológico mitad hombre,  mitad caballo, implicando la dualidad del signo. Es un signo de Fuego,  por lo que necesita ser admirado, destacar.
La  mitad humana, con un arco tensado y una flecha a punto de disparar,  simboliza el idealismo, la fe en el futuro, el optimismo y la necesidad  de trascender las fronteras en pos de la aventura -física o  intelectual-, en un salto cosmopolita a la universalidad. Representa el  salto de la inteligencia de tipo concreto a la abstracta (religiones,  filosofías, leyes…). Esta parte humana del signo también simboliza su  espiritualidad y sus elevadas aspiraciones.
La  mitad caballo advierte de la otra parte de Sagitario: el desenfreno, la  exageración, el optimismo desbocado o incluso la desconsideración por  los demás, incluyendo las típicas meteduras de pata.
Así,  no es extraño encontrar en este signo gente de lo más variopinto. Pero  Sagitario suele abordar la vida con ilusión, algo que le confiere la  categoría de abanderado de las causas que abraza. Por eso también es un  signo especialmente dotado para la enseñanza o la divulgación, así como  para los medios de comunicación.
Sin  embargo, también encontraremos sagitarios que se dejan vencer por sus  miedos y se aburguesan, pudiendo ser incluso algo infantiles o  inocentes. En ocasiones, este tipo de Sagitario busca la comodidad, la  vida fácil o regalada y la ley del mínimo esfuerzo. De cualquier modo, o  en cualquiera de sus dos manifestaciones, es uno de los signos con más  suerte en su destino.
En  el amor, necesita un margen de libertad para ir en pos de sus sueños e  ideales. Dentro de la pareja debería tener cierto grado de autonomía o  algunas ilusiones conjuntas. Pero compartir viajes, estudios o  actividades deportivas será el complemento necesario para que la pareja  pueda funcionar.
Si  Sagitario tiene una carta astral armónica, mostrará las siguientes  virtudes: inteligencia, optimismo, sinceridad, benevolencia,  paternalismo, entusiasmo, comprensión amplia, dotes de organización y  sentido del humor.
Sin  embargo, cuando el conjunto de la carta astral es inarmónico, puede  demostrar alguno de estos defectos: exageración, busca deslumbrar,  ostentación, superstición, deseos de que todo llegue por golpes de  suerte o complejo de superioridad.
Capricornio: La cima.
La  cabra montesa, animal que representa al signo, anda por los caminos más  empinados y solitarios; pero al final suele alcanzar la solitaria y  difícil cima.
La  cabra montesa, animal que representa al signo, anda por los caminos más  empinados y solitarios; pero al final suele alcanzar la solitaria y  difícil cima. Como signo de Tierra, necesita planificar cuidadosamente y  es trabajador.
Capricornio  sabe que todo tiene que llegar con esfuerzo y dedicación, aunque muchos  nativos del signo tienen serios problemas para entender esto en la  primera parte de vida. De mentalidad madura, se siente mucho más seguro y  mejor en todos los sentidos en la madurez y la vejez. Es entonces  cuando suele ser más afortunado y feliz.
Siguiendo  su filosofía de vida, toma una determinación y no desfallece; planifica  con precisión y toma su tiempo, perseverando con una constancia pétrea.  A la larga, es posible que otros, en principio más brillantes, vayan  quedándose en el camino, mientras ellos continúan. Saturno, el Cronos de  los griegos, el regente del tiempo, es su verdadero aliado. Pero en las  altas cumbres siempre se impone la fría soledad, algo que, tarde o  temprano, suele invadir a los nativos de este signo. En ocasiones, esta  soledad o melancolía que les invade proviene de su desconfianza hacia la  vida, de su escepticismo o incluso su rigor.
Igual  que el esqueleto sirve para mantenernos en pie, en la vida se necesitan  unas estructuras, horarios y organigramas tan sólidos y resistentes  como sea posible. Este signo, que en la primera parte de vida suele ser  egoísta y materialista, con el paso de los años va dando más valor a las  cosas conseguidas por méritos propios. Normalmente acaba siendo un gran  profesional, responsable y ambicioso en sus metas. Además, cuando sus  necesidades materiales están satisfechas, con frecuencia busca elevarse  en una faceta espiritual o artística. Pero una de sus mejores virtudes  es que no suele tomar riesgos innecesarios, porque sabe reconocer donde  están los limites.
En  el terreno amoroso acaba pesando bastante la condición social o  profesional de la otra persona. Es fácil que Capricornio forme pareja en  el lugar de trabajo o con alguien a quien le unan vínculos  profesionales. Cuando ama, suele ser detallista.
Si  Capricornio tiene una carta astral armoniosa, mostrará destacadas  virtudes: responsabilidad, sentido del deber, perseverancia, constancia,  planificación, pragmatismo, sana ambición y profesionalidad.
Sin  embargo, cuando el conjunto de la carta astral es inarmónico, éstos  pueden ser algunos de los principales defectos: recelo, frialdad,  avaricia, envidia, ambición extremada, exceso de rigor y egoísmo.
Acuario: la Sorpresa.
Acuario  está representado por un hombre que vierte el contenido de una jarra,  siendo el único signo del Zodíaco que tiene un simbolismo totalmente  humano.
Acuario  está representado por un hombre que vierte el contenido de una jarra,  siendo el único signo del Zodiaco que tiene un simbolismo totalmente  humano. Como signo de Aire, necesita estimulo intelectual y  entendimiento por las palabras o los conceptos.
Acuario  es el signo de la amistad y del altruismo. Su grito de guerra podría  ser aquel de la Revolución Francesa -acontecida, curiosamente, casi al  mismo tiempo en que fue descubierto Urano, el planeta regente de  Acuario-: “¡Libertad, igualdad y fraternidad!” Sin embargo, la gran  conciencia social que tienen los nativos de este signo no les impide  defender su acusado sentido de la individualidad e independencia.
Este  signo puede dar genios o niños precoces, pero también pertenecen a él  personas de desarrollo tardío. Aunque, en ambos casos, una de sus  virtudes es saber tomarse las cosas como vienen, un especial saber estar  en la vida. Puede dar personalidades creativas, pero también  impredecibles, originales, excéntricos o raros, por lo que sus vidas  pueden experimentar giros bruscos.
Pero  Acuario puede tener personalidades extremas o mostrar uno de los dos  subarquetipos más destacados del signo: a) el uraniano, cautivador,  experimentador, futurista, vanguardista o polémico e incluso provocador.  b) el concentrado y serio. Sin embargo, algunos Acuario, tras vivir una  etapa revolucionaria se vuelven conservadores o rígidos.
En  el amor, es fácil que Acuario tenga algo de sorprendente o cautivador,  pero conviene tener en cuenta que es un signo al que le impulsa el deseo  de conocer o de experimentar, de modo que si alguien deja de motivarle  puede enfriarse, por más entusiasmo que haya podido mostrar en un  principio. No soporta la monotonía, y, si su vida está limitada, puede  agriarse su carácter. Necesita compartir objetivos con su pareja, crecer  alegremente; de lo contrario, buscará su incondicional sentido de la  libertad.
Si  Acuario tiene una carta astral armónica en su conjunto mostrará las  siguientes virtudes: equilibrio, bondad, originalidad, sinceridad,  inteligencia y altruismo.
En  cambio, si el conjunto de la carta astral es inarmónico, algunos de sus  más destacados defectos pueden ser los siguientes: cascarrabias,  retraimiento, desconfianza, poco digno de confianza y necesidad de  impactar.
Piscis: La globalidad.
Este  signo se representa con dos peces atados por la cola que nadan en  sentidos opuestos, señalando así que es uno de los signos de doble  personalidad.
Se  representa por dos peces atados por la cola y nadando en sentidos  opuestos, lo que viene a indicar no sólo que Piscis es un signo de doble  personalidad, sino que puede tener dos personalidades casi  diametralmente opuestas. Es un signo de Agua, por lo que el mundo de los  sentimientos es importante.
El  primero es de amplios horizontes mentales, comprensivo, cosmopolita,  hospitalario, con una chispa humanitaria, espiritual o esotérica. Puede  dar, incluso, individuos visionarios en algún sentido y con una mística  especial para las causas comunitarias.
El  segundo, en cambio, busca una especie de paraíso que le permita  alcanzar el nirvana; algo que pretende por el endiosamiento personal en  algunos casos; por la autoindulgencia o compasión consigo mismo, en  otros. Puede llegar a ser autodestructivo. De hecho, uno de los mayores  riesgos de los nativos de este signo es el caos.
Piscis  es un pacifista convencido. Sin embargo, eso no le impide ser polemista  nato o acabar viéndose envuelto en la polémica y el debate, terrenos  donde suele moverse como pez en el agua. Debido a su gusto por la imagen  y tendencia a las relaciones platónicas, suele gustarle la televisión,  el cine o la fotografía. En el fondo, tiene un espíritu artístico  latente, que, en ocasiones, aprovecha para mostrar los aspectos  lacerantes y oscuros de la sociedad, a los que es especialmente  sensible. También la hostelería y la espiritualidad pueden ser hobbies o  incluso profesiones que le reporten especiales satisfacciones y éxitos  personales.
Su  amor es de tipo romántico y sentimental. Además, sabe poner la  imaginación y fantasía a su servicio. Sin embargo, en ocasiones, esa  tendencia la enfoca hacia relaciones platónicas o ideales que nunca  llega a consumar.
Si  Piscis es poseedor de una carta astral armónica, éstos son algunos de  sus principales valores: hospitalidad, compasión, comprensión amplia y  ágil, amplitud en sus puntos de vista, pacifismo y alegría de vivir.
Sin  embargo, si el conjunto de la carta astral es inarmónico, algunos de  sus más notorios defectos pueden ser éstos: autodestrucción, caos,  pereza, indolencia, morbosidad por los secretos, poco de fiar y  endiosamiento.
El mundo a través de los ojos de las Estrellas.
(Parte IV) 
Las casas Astrológicas. 
Los  signos tienden a indicar qué tipo de cosas nos ocurren, mientras que  las casas representan el mapa del lugar de los acontecimientos, esto es,  en qué ámbito de la vida nos ocurren.
La Carta Astral  contiene doce casas, división del espacio según la hora y las  coordenadas para las que se calcule el horóscopo. La diferencia básica  entre los doce signos del Zodíaco y las doce casas es que mientras los  signos representan determinantes cósmicas, las casas señalan  circunstancias más próximas a nosotros o más geográficas. Por ejemplo,  los signos tienden a indicar qué tipo de cosas nos ocurren, mientras que  las casas representan el mapa del lugar de los acontecimientos, esto  es, en qué ámbito de la vida nos ocurren.
Entre  signos y casas cabe distinguir que éstas representan un destino más  individual o particular que aquellos. De modo que tienen interés no sólo  para nuestro carácter y destino, sino que representan un camino muy  personal.
Las  casas se numeran en sentido contrario al del movimiento de las agujas  del reloj y empiezan en el Ascendente, que marca el inicio de la primera  casa. Además del Ascendente, los otros tres puntos más destacados de  las casas son el Mediocielo, el Descendente y el Fondocielo. La línea  formada por Ascendente-Descendente divide al horóscopo en dos mitades:  Norte y Sur, que corresponden a la parte diurna y nocturna  respectivamente, del cielo de nacimiento. La línea Mediocielo-Fondocielo  lo divide en otras dos: Este y Oeste, que corresponden al amanecer y al  anochecer, respectivamente, como momentos centrales de esos  hemisferios.
Debido  al movimiento de rotación de la  Tierra, es como si cada día el anillo  zodiacal, es decir, todos los signos del Zodíaco, diera una vuelta  completa a nuestro planeta, lo que hace que cada dos horas  aproximadamente haya un signo del Zodíaco que se levanta por el  horizonte, igual que el Sol se levanta cada mañana. El Ascendente es el  grado y signo del Zodíaco que se levanta por el horizonte Este en un  momento dado (el del nacimiento si se trata de una Carta Astral Natal).
Una de las principales clasificaciones de las Casas es la siguiente:
-Angulares (I, IV, VII y X):  Casas que indican cada uno de los cuadrantes. Se les suele dar más  importancia que a las demás porque constituyen los ángulos de la Carta  Astral, y vienen marcadas por el Ascendente, el Fondocielo, el  Descendente y el Mediocielo, respectivamente. Por relación de analogía,  corresponden a los cuatro cambios de estación del año, por lo que  representan sectores básicos de la vida. Son casas generadoras de  energía.
-Sucedentes (II, V, VIII; XI): Casas de desarrollo o de  afianzamiento de las energías. Las condiciones que generan las Casas  Angulares necesitan ahora ser consolidadas o destruidas, provocándonos  la aceptación o el rechazo. Por analogía, estas casas corresponden a los  meses siguientes al cambio de estación del año.
-Cadentes (III, VI, IX, XII):  Casas a través de las que se hacen las adaptaciones y los reajustes de  las energías, especialmente en sentido físico e intelectual.  Corresponden, por analogía, a los últimos meses de cada estación anual,  cuando la Naturaleza se prepara para dar el cambio.
Casa I: El ascendente y el Yo.
El  Ascendente marca el modo que tenemos de enfocar la vida y de canalizar  nuestras energías, representando nuestras disposiciones físicas y  mentales.
El  Ascendente es el punto más importante de las casas, y, hablando en  rigor, del horóscopo, aunque esta palabra ha sido mal divulgada, ya que  la gente cree que horóscopo es su signo del Zodíaco. La palabra  horóscopo viene del griego y significa “miro la hora”. Efectivamente el  Ascendente va en función de la hora de nacimiento, así como de la fecha y  el lugar. Actualmente, por extensión, también se llama horóscopo a la  Carta Astral.
El  Ascendente marca el modo que tenemos de enfocar la vida y de canalizar  nuestras energías, representando nuestras disposiciones físicas y  mentales. También podríamos añadir que es el color del cristal con el  que miramos el mundo. Desde el momento en que vemos el mundo a través de  un determinado objetivo, actuamos a través de él e interpretamos el  mundo en función del mismo.
El  Ascendente describe nuestra forma innata de actuar, pero no solo desde  el nacimiento, sino también cada vez que nos enfrentamos a una situación  nueva. Mientras el signo solar indica hacia donde vamos o en qué nos  convertimos con el paso de la experiencia, el Ascendente señala el  camino personal o la senda que nos lleva a ser lo que somos. De algún  modo, el signo solar también señala nuestra finalidad o el porqué  estamos aquí, mientras que el Ascendente indica cómo llegar.
El  Ascendente es el inicio de la casa uno, y los planetas allí ubicados  suelen determinar los primeros años de vida del individuo. La casa uno  también suele señalar el impacto de nuestro nacimiento en la gente del  entorno o cómo es vista nuestra llegada al mundo por ellos.
El Ascendente y la casa uno influyen extraordinariamente en el físico de  la persona. Aunque, en este sentido, también hay otras posiciones  planetarias importantes, como puede ser cualquier planeta junto al Sol o  la luna.
Cualquier  planeta cercano al Ascendente será vital para nuestra existencia y se  le considerará regente natal o planeta dominante. Y tendrá una gran  influencia sobre el carácter y el destino.
La vida de una persona comienza en el Ascendente, equivalente al  nacimiento, a partir del cual hacemos una especie de peregrinaje  particular que dura toda la vida, siendo necesario que, a lo largo de la  misma, pasemos por todas y cada una de las etapas, con mayor o menor  fortuna en función de las posiciones planetarias y zodiacales que en  ellas nos aguarden.
La  vida de toda persona comienza simbólicamente en el Ascendente,  equivalente al nacimiento, a partir del cual hacemos una especie de  peregrinaje particular que dura toda la vida.
Casa II: El dinero.
La segunda casa se ha asociado tradicionalmente al dinero, las  posesiones, las riquezas o lo que somos capaces de ganar, aunque también  de gastar, por nosotros mismos.
La  casa uno representa nuestro nacimiento y la forma de ver el mundo.  Ahora, en la dos, necesitamos nutrir el cuerpo para mantenernos en vida,  por eso representa la etapa de amamantamiento y la alimentación.  Quizás, por extensión de lo que es necesario para el sostén de la vida,  la segunda casa se ha asociado tradicionalmente al dinero, las  posesiones, las riquezas o lo que somos capaces de ganar, aunque también  de gastar, por nosotros mismos.
A  medida que vamos creciendo y reconociendo nuestro cuerpo, adquirimos la  noción de pertenencia y posesión -nuestras manos, nuestra boca, etc.;  ya no las de mamá-. Pero esta sensación de individuos aislados impulsa a  la necesidad de establecerse y perdurar. Por eso la casa dos marca la  necesidad de seguridad material. Los planetas o el signo ubicados en  esta casa indican lo que nos aporta esa sensación de seguridad y, por  tanto, aquello que deseamos poseer.
Sin  embargo, la casa dos no engloba únicamente los aspectos materiales de  la vida: tras el sentimiento de diferenciación de nuestro cuerpo, deben  venir otros, como nuestras habilidades naturales, nuestros talentos o,  en definitiva, los recursos que tenemos para abrirnos paso en la vida y  establecernos en ella. Es probable que algunas de estas cualidades se  desarrollen precisamente por la necesidad de ganar dinero. En cierto  modo, esta casa también guarda relación con nuestra escala de valores,  porque procuramos tener aquello que es más importante o que tiene más  valor para nosotros.
La  casa dos representa nuestras actitudes hacia todos los asuntos que  acabamos de ver: ¿cuál es nuestra actitud hacia el dinero? ¿cómo  empleamos nuestros recursos? ¿qué potenciales tenemos o cuáles son  aquellos que podemos desarrollar? ¿es el dinero lo más valioso para  nosotros o valoramos más otras cosas? Por ejemplo, una persona con Urano  en la segunda casa puede tener actitudes excéntricas o sorprendentes  respecto al dinero, mientras que alguien con Venus en esta posición  contará con la simpatía o los buenos modales como uno de sus recursos.
Pero,  como el conjunto de la carta astral, la casa dos no es estática. Es  cierto que la carta astral de nacimiento condicionará estos aspectos.  Pero, a lo largo de la vida, los planetas que transiten por allí pueden  marcar cambios en nuestra escala de valores.
Casa III: Los conocimientos.
La casa tres representa la mentalidad de tipo concreto. Indica la  lógica, el pensamiento racional y la mente que recopila y analiza datos.  Se relaciona con el hemisferio izquierdo del cerebro.
La  casa tres representa la mentalidad de tipo concreto, frente a la  mentalidad de tipo abstracto, representada por su casa opuesta, la  novena. En la tercera casa se hallan, pues, la lógica, el pensamiento  racional y la mente que recopila y analiza datos. Se relaciona con el  hemisferio izquierdo del cerebro. Los planetas situados en esta casa  hablan de nuestro tipo de mentalidad: directa, caótica, brillante,  incisiva, original… dependerá bastante de cómo esté la tercera casa.
Nuestras  experiencias en la escuela y los estudios primarios tienen mucha  relación con esta casa tres. Es una etapa propicia para comparar lo que  nos enseñan nuestros padres con lo que nos enseñan los profesores.
Esta  casa también habla de las relaciones con nuestros hermanos y vecinos,  así como de los viajes de tipo corto, frente a los largos viajes,  representados en la novena casa, la opuesta.
La  casa tres se relaciona con la etapa de la vida en la que aprendemos a  caminar y comenzamos a movernos con independencia. Tenemos ganas de  conocer el mundo y de ponerle nombre a las cosas. Se desarrolla el  leguaje y la capacidad de comunicación. La mente empieza a diferenciarse  del cuerpo y entramos en el mundo de los conceptos, del valor de las  palabras, de lo que se puede y no se puede decir. Nuestras secuencias de  ideas, imágenes y acontecimientos son capaces de ir más allá de lo  inmediato.
La  configuración de la casa tres indica nuestra actitud hacia el  conocimiento o nuestras motivaciones hacia el mismo. Por ejemplo, una  persona con Aries o Marte en esta casa puede tener una mentalidad rápida  y cierta necesidad de ser el mejor o el que más sabe de una determinada  materia. En cambio, una persona con Saturno o Capricornio en esta casa  actuará con cautela en sus análisis, será reflexivo, lento pero seguro,  actuando con menos impaciencia o con la cabeza más fría que aquel.
Esta  casa también indica la lectura que hacemos del mundo o lo que tendemos a  ver en nuestro entorno. De algún modo, es la realidad que observamos o  el análisis que hacemos de todo cuanto captamos. La casa tres funciona  como una antena con la que registramos y analizamos todas las señales  que llegan hasta nosotros.
Casa IV: La familia.
La casa cuatro representa el hogar y la familia. Señala nuestros  orígenes, el punto de partida o las condiciones iniciales de la vida. El  alma, la intimidad y el yo interior también tienen mucho que ver con  esta casa.
La  casa cuatro es una de las cuatro casas angulares, que son como puntos  cardinales de la carta astral y representan los aspectos más importantes  de la vida. Ya vimos la importancia de la casa uno, la primera de las  angulares, como significadora del “yo”, de las disposiciones físicas y  mentales. La cuatro, en cambio, representa la familia, el hogar y la  patria. Señala nuestros orígenes, el punto de partida o las condiciones  iniciales en la vida.
Los  planetas y signos allí ubicados indican cómo percibimos la familia y  qué huella o herencia genética nos ha dejado. Una persona con Júpiter en  esta casa percibirá posibilidad de crecimiento y expansión en el hogar.  Incluso puede llegar a sentirse el patriarca de la familia. En cambio,  con Urano en esta casa se puede llegar a sentir como un bicho raro o  identificarse muy poco con los suyos.
Tradicionalmente  esta casa representa a la madre y nuestra relación con ella, mientras  la casa diez, la opuesta, representa al padre y nuestra relación con él.  Sin embargo, en los últimos años varias obras de astrología psicológica  apuntan a lo contrario, es decir, la casa cuatro puede representar la  imagen del padre. En realidad, en la práctica de la interpretación  astrológica se comprueba que las figuras del padre y la madre pueden  alternarse y verse en cualquiera de estas dos casas. Lo mismo ocurre con  el Sol y la Luna: tradicionalmente el padre se asocia al Sol y la madre  a la Luna. En cambio, en muchos casos es al revés. Depende del papel  que juegan el padre y la madre en la educación del individuo.
El  alma, la intimidad y el yo interior también tienen mucho que ver con  esta casa. Cuando nos apartamos del ruido exterior o de las influencias  externas para recogernos y replegarnos en nosotros mismos nos  encontramos con lo que marca la casa cuatro. Si sabemos escucharnos a  nosotros mismos y sabemos prestar atención a nuestro propio yo, en lugar  de someterlo al griterío del mundanal ruido, será ésta la casa que  ponga el punto final o la guinda de nuestras percepciones y  experiencias.
Esta  casa se relaciona, además, con el final de la vida y con la segunda  mitad de la existencia. Los planetas y signos ubicados en esta casa  también revelan el modo en que ponemos punto final a nuestras historias.  Es la casa que señala la forma de dar carpetazo o cerrar las cosas y  las relaciones que se acaban. Por ejemplo, habla mucho de la forma de  marcharnos de la familia o de independizarnos.
Casa V: Hijos.
La casa cinco se asocia tradicionalmente a los hijos y la descendencia.  Pero, en un sentido más amplio, representa nuestras creaciones en  cualquier sentido.
La  casa cinco se asocia tradicionalmente a los hijos y la descendencia.  Pero, en un sentido más amplio, representa nuestras creaciones en  cualquier sentido. En el fondo esta casa es, por analogía, la segunda de  fuego, después de la casa uno; por eso simboliza las manifestaciones de  nosotros mismos destinadas a la autoexpresión y la afirmación personal.  Es como una prolongación o una necesidad de supervivencia del “yo  mismo”.
Si  en la casa uno simbólicamente nacemos y somos entes aparte de nuestra  madre, en la casa cinco damos un paso más: ya no basta con ser, sino que  necesitamos ser alguien especial. Necesitamos amar y ser amados,  cautivar a los demás. Se hace necesario brillar para distinguirse de los  demás. Esta casa representa la seducción y el juego sexual, en doble  sentido: como objeto de placer, estímulo y goce, así como un paso previo  hacia la procreación.
Los  planetas y signos ubicados en la casa cinco también sugieren nuestras  cualidades creativas. Por ejemplo, con Urano en esta casa la creatividad  estará marcada por inspiraciones y discurrirá de forma discontinua o  azarosa. En cambio, con Saturno en esta casa todas nuestras creaciones  tenderán a llegar tarde y a ser producto del esfuerzo personal, la  concentración y el sacrificio.
Esta  casa también representa el deporte y las actividades recreativas o de  tipo lúdico, como los hobbies. Cualquier actividad que nos haga  disfrutar y pasarlo bien. También todo lo relacionado con el juego y la  especulación. Con esta gana buscamos ganar algo más; invertir dinero,  esfuerzo o cualidades personales para obtener recompensas y para amarnos  más a nosotros mismos o para sentirnos más satisfechos de lo que somos.  Marca el sentido de iniciativa o de conquista personal, la capacidad de  asumir retos o desafíos que nos permita afianzarnos y autofirmarnos.
Por  eso esta casa tiene mucho que ver con la competitividad, en todos los  sentidos, y el talento empresarial. En definitiva, los planetas y signos  ubicados en esta casa representan cuál es nuestra capacidad de  entregarnos a emociones que nos hagan sentir vivos, que nos hagan vibrar  y renovar las ganas de vivir.
Casas VI: Salud y trabajo.
Tradicionalmente, a la casa seis se la ha relacionado con el trabajo y  la salud. Pero también representa todo cuanto tiene que ver con el  ejercicio cotidiano de la vida.
La  casa seis es la que cierra la primera mitad del círculo de las doce  casas, las cuales tienen una relación directa con nuestra  individualidad, con el “yo” y sus expresiones. En cambio, como veremos  en sucesivas lecciones, las otras doce casas tienen más relación con  nuestras relaciones personales y con nuestro lado social. 
Tradicionalmente  a la casa seis se la ha relacionado con el trabajo y la salud. Pero,  yendo un poco más allá, es la casa que alberga todo cuanto tiene que ver  con el ejercicio cotidiano de la vida, es decir, con el día a día:  levantarse, ducharse, trabajar, atender las obligaciones, tener la casa  en orden, cuidar de nuestra salud, alimentarnos, dormir, etc. En cierto  modo, representa los hábitos y las costumbres, y alguien dijo que los  humanos somos animales de costumbres. De ahí la importancia de esta  casa.
En  esta casa actuamos de modo analítico, racional y lógico, como hacemos  también con la casa tres. Con la particularidad de que esta casa ejerce  una visión crítica de nuestros actos, sobre todo de nuestras creaciones o  procesos de autoafirmación. En esta casa se encuentran o acumulan los  errores cometidos cuando actuamos, y por eso podemos aprender mucho si  la tenemos en cuenta.
Podríamos  decir que se trata de una casa un tanto pudorosa o recatada; allí nos  damos cuenta cuando hemos cometido un exceso o cuando hemos sobreactuado  en algún sentido. Los planetas situados en esta casa hablan mucho  acerca de nuestros procesos de ensayo-error-aprendizaje: ¿qué capacidad  tenemos para aprender de nuestros errores? ¿cómo organizamos nuestro  tiempo y las actividades cotidianas para una vida en equilibrio? ¿hasta  qué punto somos capaces de coordinar nuestro tiempo de trabajo y las  obligaciones con el tiempo libre?
Así  pues, nos encontramos con una casa que tiene mucho que ver con el  cuerpo y la mente; aquí sería válido el lema de “mente sana en cuerpo  sano”. Sabido es que los desequilibrios en la alimentación, el sueño o  la falta de atención al cuerpo pueden provocar malestar y enfermedades, y  hacernos sentir mal psicológicamente. Y viceversa, cada vez se tiene  más en consideración el poderoso efecto de la psique y la forma de  pensar sobre la salud y el funcionamiento de nuestro organismo.
También  es una casa que habla de nuestra capacidad de servir a los demás y de  cómo nos gusta que nos sirvan. Las personas bajo nuestro mando o a  nuestro servicio -sea de forma cotidiana, como en la casa y el trabajo, o  de forma puntual, como un mecánico- se pueden ver en esta casa. Además,  es la casa que guarda relación con los animales domésticos.
Casa VII. La Pareja.
La  casa VII señala toda unión o relación estrecha para fines comunes, por  lo que tiene que ver con la pareja, los socios, los contratos y los  compromisos sociales.
Desde  la casa siete a la doce podemos hablar más fácilmente de sus casas  opuestas, porque ya conocemos las seis primeras, con las que forman una  polaridad que nos ayuda a entender su significado. La casa siete es la  opuesta a la casa uno. Si la casa uno y el Ascendente representan “el  yo”, la casa siete representa “el otro”. Entre la casa uno y la siete  debemos procurar un equilibrio: crecer en pareja y en las relaciones  sociales es importante, pero no hasta el extremo de perder la propia  individualidad; tampoco conviene aislarnos en nosotros mismos y vivir  únicamente para uno mismo.
Tradicionalmente  se asocia la casa siete a la pareja o al matrimonio, independientemente  de que el vínculo esté legalizado o no. Más ampliamente, la casa señala  toda unión o relación estrecha para fines comunes, por lo que también  tiene que ver con los socios, los contratos y los compromisos sociales.
La  casa siete actúa como un espejo, es decir, como algo en lo que nos  podemos ver reflejados, ya sea para lo bueno o para lo malo; tanto en  circunstancias felices como en circunstancias desgraciadas (como suele  decirse cuando dos personas se casan). Por eso representa las personas  que tenemos enfrente y nos complementan pero que también nos pueden  exigir; las personas que nos fuerzan a mirarnos más profundamente.
Pero esta casa también representa las personas que nos amenazan de algún modo, es decir, los enemigos declarados.
Los  signos y planetas ubicados en la séptima casa indican el tipo de pareja  o las personas por las que podemos sentir una atracción especial. Por  ejemplo, si alguien tiene el Sol en la séptima casa necesitará o sentirá  atracción, como pareja, por una persona consciente, realizada,  extravertida y segura de sí, pero alguien que tenga la Luna en la casa  siete es probable que sienta atracción por una persona infantil,  familiar, quizá retraída o inmadura y con un toque de fantasía. Además,  los planetas y signos en esta casa suelen expresar las circunstancias de  las relaciones.
Con  frecuencia, la casa siete marca lo que en psicología se conoce como  mecanismos de proyección. Es decir, puede representar cualidades o  defectos que nos pertenecen a nosotros pero que, al no asumirlos  conscientemente, los buscamos en los demás o a través de las  experiencias en nuestras relaciones personales. Por ejemplo, si alguien  tiene a Saturno en esta casa es probable que tenga dificultad en asumir  el arquetipo que representa este planeta y, por eso, que busque una  pareja saturnina, que puede castrar, inhibir o ser altamente exigente.
Casa VIII. El más Allá. 
La casa ocho representa las crisis profundas de nuestras vidas y cómo  reaccionamos ante ellas o qué capacidad de regeneración tenemos ante las  mismas.
Tradicionalmente  la casa ocho se relaciona con la muerte, pero no únicamente con la  muerte en un sentido físico, sino también simbólico. Es decir, la casa  ocho representa las crisis profundas de nuestras vidas y cómo  reaccionamos ante ellas o qué capacidad de regeneración tenemos ante las  mismas. Por ejemplo, cómo nos adaptamos o afrontamos los distintos  periodos de la vida: infancia, adolescencia, juventud, madurez, vejez y  muerte.
Sin  embargo, no hay que tener ningún miedo por tener muchos planetas en la  casa ocho, lo cual puede señalar a una persona profundamente interesada  en el más allá o alguien comprometido con las terapias, físicas o  psicológicas. Por ejemplo, un médico, un psicólogo, un astrólogo, etc.  pueden tener una destacada casa ocho. Generalmente, una casa ocho  poblada de planetas también señala que la persona atravesará varios  cambios de escenario y de situación en su vida, que deberá pasar por  grandes transiciones de una etapa a otra.
Otras  veces, una casa ocho con importantes planetas como el Sol o la Luna  señala la carencia de la figura paterna o materna en años clave para la  educación del individuo. En cierto modo, este casa implica renuncia.  Pero, mientras para unas personas la renuncia puede dar un sentimiento  de pérdida, para otras, puede suponer una liberación y una posibilidad  de empezar de cero. Por ejemplo, las herencias están relacionadas con  esta casa y, con frecuencia, los planetas ubicados allí advierten de las  dificultades en todo cuanto esté relacionado con herencias o  testamentos.
Pero  esta casa es la opuesta a la dos (la de la economía y los recursos  personales), por lo que también representa los recursos ajenos. Por  ejemplo, esta casa habla de los recursos de la pareja y de cómo  compartimos lo nuestro con lo suyo. Los planetas en la casa ocho también  hablan de los préstamos y, en definitiva, todo dinero, bien o recurso  que nos llega sin haberlo ganado personalmente.
Los  planetas situados en esta casa dan habilidad para penetrar en lo más  profundo y no quedarse en las apariencias de las cosas. También  confieren cualidades para la transformación personal o para ayudar a la  transformación y evolución de las personas con las que se entre en  contacto. Bien empleados, los planetas situados en esta casa sirven para  tener una visión más profunda de todo.
La  sexualidad y todo cuanto a ella concierne también está representada por  esta casa, que es una de las más enigmáticas y misteriosas de las doce  casas que hay en un horóscopo. En el fondo, los planetas en esta casa  nos hablan de cómo compartimos con los demás o cómo llegamos a combinar  nuestras energías con las suyas.
Casa IX. Los Viajes.
La casa nueve representa la mentalidad abstracta y los estudios  superiores, frente a la casa opuesta, la tres, que indica la mentalidad  de tipo concreto y los años escolares.
La  casa nueve representa la mentalidad abstracta y los estudios  superiores, frente a la casa opuesta, la tres, que indica la mentalidad  de tipo concreto y los años escolares. Si con la casa tres utilizamos la  razón y el análisis, con la nueve ponemos en marcha la asociación de  ideas como un sistema.
Así,  los planetas y signos ubicados en esta casa hablan acerca de la  religión o las creencias personales y la filosofía de vida que cada uno  tiene. Pero también aquello en lo que depositamos la fe. Todos  necesitamos creer en algo, tener un sistema de creencias sobre el que  orientar nuestros pasos, y esta casa es muy importante al respecto.
Esta  casa tiene mucho que ver con la espiritualidad, con la necesidad de  elevación hacia un conocimiento o un desarrollo superior. Invita a tener  una visión más amplia y docta del mundo, a ampliar nuestros horizontes.  Los planetas allí ubicados pueden representar encuentros con maestros o  circunstancias que cambien nuestro estilo de vida, nuestras creencias y  nuestra escala de valores. Hay que tener en cuenta que, de algún modo,  la casa nueve dice lo que para nosotros es verdad. Es decir, los  planetas y signos en esta casa señalan nuestra forma de buscar la  verdad. Además, con esta casa ya no basta con analizar o interpretar el  mundo, sino que debemos encontrar un significado o un sentido, en primer  lugar a nosotros y, si es posible, también a la sociedad en su  conjunto.
También  representa los estudios universitarios o aquellos que se realizan en  una edad madura, cuando uno aspira a superarse a si mismo, también se  hallan en esta casa.
Frente  a la casa tres, que representa los viajes cortos, la casa nueve se  relaciona con los largos viajes, el extranjero y las culturas lejanas.  Se trata de trascender lo que tenemos cerca, de establecer puentes con  otros mundos. La casa nueve representa muy claramente la sensación que  se tiene después de un largo viaje o al volver de un lugar lejano. En  cierto modo, es como haber roto el cascarón o dejar atrás la rutina y la  estrechez que nos envuelven. Nos hemos recargado las pilas y traemos  nuevos puntos de vistas o nuevas experiencias que alimentan nuestro  espíritu para una temporada.
Los  planetas ubicados en la casa nueve pueden representar encuentros con  maestros o circunstancias que cambien nuestro estilo de vida, nuestras  creencias y nuestra escala de valores.
Casa X. La Profesión.
La casa diez representa el modo y las circunstancias con las que nos  desenvolvemos y nos encontramos en la profesión y en el medio social.  También habla de la imagen que queremos dar.
La casa diez es, junto a la casa uno, la más importante del horóscopo.  Si el principio de la casa uno es el Ascendente, el de la casa diez es  el Mediocielo. Si la casa uno señala nuestras disposiciones físicas y  mentales como individuos, la casa diez señala nuestras posibilidades  sociales y profesionales. En cierto modo, la casa diez indica el lugar  al que podemos llegar y que posibilidades tenemos de colmar nuestras  aspiraciones.
En  una carta astral, los planetas y signos ubicados en esta casa señalan  el modo y las circunstancias con las que nos desenvolvemos y nos  encontramos en la profesión y en el medio social. Se trata de las  aspiraciones y del grado de reconocimiento que podemos llegar a obtener  por nuestra profesión. Por ejemplo, una persona que haya nacido con  Marte en esta casa tendrá prisa por conseguir sus objetivos  profesionales y necesitará trabajar por cuenta propia o ser el jefe allí  donde esté. Perseguirá sus objetivos de un modo directo y sin ambages.  En cambio, alguien que haya nacido con Venus en la casa diez preferirá  utilizar la diplomacia, los buenos modales y tratará de caer bien a los  demás para abrirse camino. Es probable que trabaje en actividades  artísticas.
A  diferencia de la casa seis, que representa el trabajo cotidiano, las  obligaciones del día a día o un trabajo remunerado que no colma nuestras  aspiraciones, la casa diez habla de la profesión en un sentido más  vocacional. La casa seis implica servicio, mientras que la diez apunta  hacia cierto grado de autonomía o incluso de autoridad. La casa seis  representa la discreción, mientras la diez habla de la notoriedad o  incluso la fama.
También  se relaciona con el padre. Pero, como sucede con la casa cuatro, su  opuesta, puede representar tanto al padre como a la madre. En cualquier  caso, tiene relación con la imagen que tenemos de nuestros padres.  Además, los planetas y signos situados en esta casa tienen mucho que  decir acerca de la influencia que nuestros padres han jugado en nuestro  destino profesional.
Por  otra parte, es la casa que permite interpretar nuestra actitud ante las  figuras o personas que ostentan algún grado de autoridad. Así pues,  nuestras relaciones con padres, jefes o superiores en el trabajo,  instructores, tutores y cualquier figura de autoridad pública debe  interpretarse en función de esta casa.
Casa XI. Los Amigos. 
Tradicionalmente la casa once se relaciona con los amigos. Pero va más  allá: señala la conciencia social y la necesidad de pertenecer a un  grupo, un equipo, un club o, en definitiva, algo mayor que uno.
Tradicionalmente  la casa once se relaciona con los amigos. Pero es mucho más que eso.  Esta casa representa el impulso a ser algo más que un simple individuo,  invita a trascender las fronteras del ego y a la cooperación o el  entendimiento con los demás. Es la casa que señala la conciencia social y  la necesidad de pertenecer a un grupo, un equipo, un club o, en  definitiva, algo mayor que uno. Indica la capacidad que tenemos de hacer  concesiones respecto a nuestros intereses personales en beneficio del  grupo o con una finalidad social, humanitaria o fraternal.
Con  la casa cinco, la opuesta, intentamos autoafirmarnos y hacer prevalecer  nuestra personalidad. En cambio, con la once, debemos aprender a ceder,  hacer concesiones, negociar o participar, dejando a un lado nuestro ego  para empezar a pensar como un conjunto o incluso como especie. La casa  cinco es mucho más física y representa cosas como la competición  deportiva. La casa once en mucho más mental y representa el trabajo en  equipo para lograr una meta común.
Los  planetas y signos ubicados en esta casa indican cómo actuamos de cara a  los amigos, con qué gente nos relacionamos y qué esperamos de ellos.  Por ejemplo, alguien que haya nacido con Urano en esta casa podrá  cambiar constantemente el panorama de las amistades, o se relacionará  con un amplio abanico de personas de toda edad, sexo, profesión y  condición social; buscará relacionarse con personas que le estimulen y  le ayuden a encontrar nuevos horizontes. En cambio, si en la casa once  está Saturno es probable que el individuo sea más clasista o tenga un  concepto de la amistad más acotado que el anterior; buscará amigos que  refuercen su sentimiento de seguridad. Pertenecer a un grupo será, para  él, una especie de seguro.
Esta  casa también se relaciona con los proyectos y con los ideales de una  sociedad mejor y más justa. Representa una visión global de la sociedad,  en la que todo está relacionado entre sí. Las cosas y las personas  sacadas de contexto no dicen nada. La casa once habla de nuestra  capacidad de asociación y de alcanzar un mayor grado de conciencia. Se  relaciona con la psicología transpersonal y con el campo morfogenético,  esa organización invisible que permite interactuar a miembros de la  misma especie aunque estén situados a miles de kilómetros de distancia.  Es lo que sucede, por ejemplo, cuando una persona tiene una idea y otra,  situada en un lugar muy lejano, la capta.
En  esta casa también se puede interpretar cómo cosechamos y atesoramos los  resultados de nuestros esfuerzos sociales y profesionales. El talento  para sacar más o menos partido a nuestra situación en el mundo tiene  mucho que ver con los planetas y signos que se hallen en esta casa.
Casa XII. El pasado.
La casa doce siempre ha sido una de las más temidas, porque representa  las grandes pruebas de la vida. Es conocida como el hospital del Zodíaco  o la casa del Karma, aunque modernamente adquiere otras lecturas.
La  casa doce siempre ha sido una de las más temidas, porque representa las  grandes pruebas de la vida. Enfermedades crónicas, prisión o privación  de libertad de cualquier forma, aislamiento, enemigos ocultos, ataques  de bestias o animales salvajes y un sinfín de problemas importantes  están relacionados con esta casa, habitualmente conocida como el  hospital del Zodíaco o la casa del Karma.
Modernamente,  sin embargo, adquiere otras lecturas, especialmente según la visión de  la astrología humanística o psicológica. Puesto que la casa doce  representa algunos de los grandes males, también señala la capacidad de  sufrimiento y de sacrificio. De forma que una persona con varios  planetas en esta casa o con astros importantes en ella puede ser alguien  con una gran fuerza moral y una extraordinaria capacidad para superar  cualquier obstáculo en su vida. Además, es probable que sea una persona  capaz de entregar sus esfuerzos para paliar el sufrimiento de los demás.  Por eso hay personas verdaderamente admirables con planetas en esta  casa.
Pero  ésta es una de las mejores maneras de expresión de la casa doce, ya que  muchas otras personas con planetas en esta casa se inclinan por el otro  lado de la misma: la desorientación o la falta de unos objetivos claros  en la vida. Con frecuencia, esta casa empuja a sufrir algún tipo de  aislamiento. En los peores casos, una persona con la casa doce poblada  de planetas puede encaminarse hacia la autodestrucción o a querer  engrandecer su identidad de formas poco recomendables. Aquí podemos  encontrar a quienes constantemente buscan excusas para sus fracasos o a  quienes buscan promover la compasión de los demás.
En  cierto modo, la casa doce, por ser el final del ciclo, es donde se  acumulan todas las experiencias del pasado. Es la zona residual a la que  va a parar todo. Por eso, tiene una extraordinaria carga kármica. Hay  quienes piensan que los planetas y signos ubicados en esta casa hablan  de nuestras reencarnaciones anteriores o de nuestras vidas pasadas. De  modo que aquí es donde sentiremos las consecuencias de nuestros actos.
Esta  casa también se relaciona con el subconsciente y todos los procesos  oníricos. Por tanto, ejerce un peso importante en nuestra vida, pero es  necesario un esfuerzo de autoconocimiento o de concienciación si no  queremos perdernos lo más interesante de sus significados o si no  queremos ser traicionados por nuestro propio subconsciente.
Si  un planeta situado en la casa doce está muy cerca del Ascendente puede  convertirse en una de las claves de la personalidad del nativo y también  de su destino.
El Mundo a través de las Estrellas. ( V parte )
Aspectos generales de la Carta Astral.
Los  aspectos interplanetarios son las distancias que separan a los planetas  entre sí, según los vemos desde la Tierra, o los ángulos que forman  entre ellos en el cielo. Son fundamentales para la interpretación  astrológica.
Los aspectos  interplanetarios son las distancias que separan a los planetas entre sí,  según los vemos desde la Tierra, o los ángulos que forman entre ellos  en el cielo. Los aspectos son fundamentales para la interpretación  astrológica. De algún modo, describen el grado de amistad o conflicto  que hay en nuestra vida entre los significados de cada uno de los  planetas que intervienen en cada aspecto. Señalan nuestros conflictos y  nuestras virtudes. En la carta astral se dibujan o aparecen  representados mediante líneas que van de un planeta a otro; normalmente  en trazo continuo los de carácter armónico y en trazo discontinuo los de  tipo inarmónico. También suelen dibujarse con colores azules y verdes  los armónicos y con rojos los inarmónicos.
Los  aspectos no surgen caprichosamente, sino que encuentran su razón de ser  en la observación de la propia naturaleza. La teoría de los aspectos es  muy antigua, pero recientemente se ha podido confirmar su fiabilidad en  ámbitos tan alejados de la Astrología como son las comunicaciones por  radio: cuando los planetas forman ángulos inarmónicos producen más  interferencias y rupturas de comunicaciones que cuando están en ángulo  armónico.
También tienen un origen matemático, pues surgen al dividir los 360 grados del círculo zodiacal por uno, dos, tres, cuatro, etc.
Los aspectos más importantes son los siguientes:
Conjunción: De  0 a 10 grados de separación. Se origina al dividir el círculo por 1. Es  el aspecto más fuerte. La cualidad de su influencia depende de los  planetas que la formen y de otros aspectos adyacentes. Son especialmente  importantes los planetas que se hallen conjuntos al Sol, la Luna, el  Ascendente o el Mediocielo, convirtiéndose, automáticamente, en planetas  dominantes de la carta astral. Los planetas que formen conjunción a  estos puntos marcarán de una forma determinante nuestra personalidad y  nuestro destino. La conjunción por antonomasia es la Luna Nueva  (conjunción del Sol y la Luna).
Oposición: Cuando hay 180 grados (+ o – 

de  separación. Se origina al dividir el círculo por 2. Revela inarmonía o  tensión entre los planetas implicados. Funciona especialmente en las  relaciones con los demás. Normalmente reflejan aspectos de nuestra  psique que proyectamos con suma facilidad en los demás o que buscamos en  los otros. Señala experiencias vitales difíciles en las relaciones  humanas y en todo tipo de contacto con el exterior. Sin embargo, en su  vertiente positiva, o si sabemos usarlas constructivamente, pueden  actuar como espejos que permiten vernos mejor ante las circunstancias  externas y saber algo más de nosotros al vernos reflejados en la  conducta de los demás.
 
La  conjunción tiene un carácter neutro, y depende fundamentalmente de los  planetas implicados. La oposición y la cuadratura son aspectos  inarmónicos. El trigono y el sextil son aspectos armónicos o benéficos.
Cuadratura:  Cuando hay 90 grados (+ o – 7) de separación, y se origina al dividir  el círculo por 4. Indica discordia, conflicto, ruptura y tensión. Se  trata de algo más interior o personal que la oposición, funcionando sin  tanta necesidad de que intervengan los demás o las relaciones  personales. Revelan aspectos de nuestra naturaleza que conviene limar o  enfocar hacia el lado más activo o creador representado por los planetas  implicados. El potencial de la cuadratura es enorme, como el de la  oposición. Las personas en cuya carta astral predominen estos aspectos  de tensión deben ser capaces de realizar grandes tareas, ya que, de lo  contrario, su vida tiende a discurrir de conflicto en conflicto.
Trigono: Cuando hay 120 grados (+ o – 

de  separación, y se origina al dividir el círculo por 3. Es uno de los  aspectos con mejor prensa y que a todo el mundo le gusta tener.  Significa suerte, facilidad, éxito y armonía entre las cuestiones  señaladas por los planetas que intervienen. El lado problemático de este  aspecto armónico puede ser su tendencia a la relajación, a la comodidad  o al estancamiento.
 
Sextil:  Cuando hay 60 grados (+ o – 5) de separación. Es una influencia  positiva que representa oportunidades y posibilidades de establecer  alianzas o procesos de crecimiento entre los asuntos significados por  los planetas que intervienen.
Sin  embargo, la moderna interpretación demuestra que no debemos caer en un  lenguaje maniqueísta a la hora de la interpretación astrológica.  Dependerá del contexto global de la carta astral, ya que sería un error  interpretar los aspectos interplanetarios de forma aislada.
Otro  factor importante para ver cómo actuarán los planetas en una carta  astral es el grado de evolución o experiencia del individuo, así como su  nivel de conciencia y su poder de voluntad.
 
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